Los Áster son como dice su nombre en latín, estrellas en medio del jardín, con origen en Europa, Asia y América del Norte es una planta que se adapta muy bien a nuestro clima considerándose rústica y dura ya que soporta bajas temperaturas. Esto la hace una de las opciones recomendadas para dar color al jardín o terrazas en otoño. Su forma estrellada crea un efecto preciosos donde se plante.
Inicialmente había un número increíblemente grande de especies, unas 600. A finales del siglo pasado, esta cifra se redujo a 250. Las diversas especies se distribuyen en una serie de géneros. Son plantas herbáceas perennes de la familia de las margaritas.

Cuidados.
- Necesitan recibir mucha luz, así que plántalas en zonas luminosas pero no bajo el sol directo.
- ¿Crecimiento espigado? No has hecho mucho caso al punto anterior, donde lo hayas plantado no recibe lo suficiente y se está estirando para buscar más luz y para crecer fuerte y sobretodo para florecer.
- Y su segunda exigencia sería un suelo bien drenado y fértil. Por lo demás no pedirá demasiados cuidados.
- Si descubres que algunas de sus hojas están comidas o ves alguna hoja enrollada y con restos pegajosos, las babosas y caracoles los han descubierto. Te toca utilizar productos antilimacos.
- Si te has pasado con el riego o el suelo no tiene un buen drenaje, puede que les ataque el Oidio, lo sabrás por el polvillo blanco que aparece en sus hojas. Puedes paliarlo realizando una poda y eliminando las partes afectadas y aplicando después un fungicida antioídio. Y mejorar su drenaje para que no vuelva a pasarte.
- Como flor cortada: usa un florero limpio, corta los tallos diagonalmente y limpia de hojas los tallos para que no entren en contacto con el agua y procura que tengan siempre suficiente agua.
Colores y formas.
En tonos Lavanda o los blancos son los más comunes, pero también hay variedades de color rosa, rojo, lila, violeta y morado oscuro. El corazón amarillo muestra los pétalos aún mejor: el contraste refuerza los colores. El robusto tallo soporta el corazón con textura grande, rodeado de pétalos largos y estrechos que le dan ese aspecto de estrella.
Simbolismo.
No solo traen alegría otoñal sino también una vejez feliz, están asociados a la felicidad. Y aunque puedes utilizarlas como flor cortada, en rocallas o en el jardín en borduras de caminos o en macetas en una terraza, la mitología sugiere que puedes ahuyentar serpientes y demonios quemando los pétalos… Nosotros preferimos tenerlas a la vista plantadas o en un jarrón, sin duda un buen remedio contra “malos rollos”.
Fotografías: Pixabay.